La Timidez es Miedo Social




La timidez es miedo al ¿qué dirán?
Miedo social de quien se auto excluye 
huyendo del rechazo imaginario 
de la gente conocida o por conocer.
La timidez es la cualidad natural del tímido; del temeroso, medroso, encogido y corto de ánimo; es la sensación de impotencia social, del miedo a no dar la talla y del temor al fracaso; la desconfianza crónica en sí mismo y en los demás; la dificultad para desenvolverse ante otras personas; la inseguridad frente a las miradas; el miedo a juicios y opiniones desfavorables; la proyección de la opinión negativa que se tiene de sí mismo, y muchos miedos más.

La Timidez es Miedo 
a la Discriminación  
La timidez es una manifestación evidente del miedo social que todos experimentamos eventualmente ante la dura, embarazosa y discriminatoria competencia social y económica que se deriva, en sus raíces más profundas, de tres factores fundamentales: 

1. De la densidad poblacional excesiva en las ciudades, zonas residenciales, institutos educacionales y centros laborales. 

2. De los fantásticos estereotipos personales, propios de personas exepcionalmente ricas y aventajadas, que se proyectan a través de los medios de comunicación social, los cuales suelen ser díficiles y hasta imposibles de emular para la mayoría de las personas comunes. 

3. De la lucha por la sobrevivencia en una sociedad claramente estructurada con patrones jerárquicos y escalas sociales que llegan a sobrevalorar los más altos niveles y a subvalorar los más bajos, generando murallas sociales infranqueables. 

La canalización acertada de la timidez suele determinar, por lo general, la diferencia real existente entre respeto y burla, elogio y vituperio, éxito y fracaso, riqueza y pobreza, aceptación y rechazo, participación y exclusión, ganancia y pérdida, triunfo y derrota.

La Timidez de los Desinhibidos  
La timidez es un miedo que todos ocultamos. Unos con mejor y otros con peor estilo histriónico, pero al final, es un miedo común. Nadie se puede escapar al influjo de la timidez. Por muy segura, desinhibida y superior a la actuación de los demás, que parezca ser la actuación social de una persona exitosa, siempre aparecerá otro personaje más elocuente, o de sobrada actuación, aparentemente más seguro, más desinhibido y muy superior que la intimidará y la estimulará a modificar su conducta para tratar de superar su representación social.

La Timidez de los Tímidos  
Experimentar la timidez en algunas ocasiones de nuestras vidas no es igual que ser una persona tímida. La realidad de las personas tímidas es otra. En la oscuridad de la timidez habitual no resulta fácil reconocer la imagen personal que transmitimos. No es fácil determinar si  nos proyectamos como personas competentes, valiosas o apreciables ante la gente, en el vecindario, en la escuela, en el trabajo, en la calle o en las reuniones sociales.

Fábricas de Tímidos  
Comunmente, el mundo real resulta diferente al que vivimos en el ambiente familiar donde nacimos y crecimos. Algunos de nosotros fuimos mal criados en hogares cálidos, donde nos mimaron y sobre protegieron; otros fuimos mal educados en el seno de familias frías, autoritarias y descalificadoras. Ambos modelos son realidades familiares que funcionan como las más productivas fábricas de personas tímidas.

Para Superar la Timidez 
Necesitamos Ejercitar y Desarrollar 
Nuestro Músculo Social  
Nuestras conductas se forjan en el ejercicio cotidiano de relacionarnos con otras personas, atreviéndonos a ser ante los demás como somos realmente, participando en situaciones de todo tipo que se aprenden a desempeñar acertadamente en la práctica de la relación social. 

La persona tímida actúa en sentido contrario, es cautelosa y no se arriesga para no equivocarse, no ser rechazada y no parecer inadecuada; como no ejerce la relación social no desarrolla su instinto gregario, porque sin la práctica no hay progreso. 

El tímido suele soñar que algún mágico día, de la noche a la mañana, dejará su timidez, que su moral subirá a lo más alto y se mostrará seguro de sí mismo, sin tener que pasar por los momentos difíciles que todos tenemos que experimentar para superar nuestras inseguridades y que logrará actuar, sin ningún tipo de límites sociales, como una fascinante y encantadora persona, amistosa y con excelentes relaciones interpersonales. 

No comprende que para superar la timidez necesita desarrollar su musculatura social, practicando y ejercitándose en la gimnasia de las relaciones sociales, de la misma forma como los atletas exitosos desarrollan su musculatura corporal en el gimnasio deportivo.

Reflexiones para Personas Tímidas

1. La persona tímida no solicita la opinión de los demás, tiende a adivinar sus pensamientos, por lo cual suele equivocarse y proyectar en las otras personas la opinión negativa que tiene de si misma, pasando del miedo a dialogar con los demás al miedo de creer que los demás tienen una opinión adversa sobre su valía. Necesita aprender que corre muchos más riesgos adivinando lo que piensan sus interlocutores que dialogando con ellos para conocerlos.

2. También se inhibe de ejercer sus derechos a cometer errores y enmendarlos para corregir la falla; a darse la oportunidad de aprender del error y declarar su propósito de hacerlo mejor en el futuro; a tener opiniones diferentes que los demás y a cambiar de opinión; a protestar cuando recibe un trato injusto y a decir no cuando quiere decir no; a mirar a la cara de su interlocutor y hablar con tono de voz alto y firme, y a decirle sus cosas a los demás, sin desvalorizarlas ni sentir que son aburridas.

3. Para dejar la timidez tenemos que comenzar por mostrarnos como somos realmente. Al ocultarnos en la oscuridad de la timidez tan solo podemos esconder nuestros sentimientos, pensamientos y opiniones, nuestra expresión facial y corporal siempre estará presente, visible y perceptible en medio del silencio delator de nuestra mudez, que anuncia nuestra impotencia, evidenciando nuestro miedo a ser como realmente somos; desmejorando nuestros verdaderos talentos, máxima valía y excelente condición humana.

4. Descubrir nuestra personalidad ante los demás es como desnudarse en un campo nudista, donde todas las personas muestran sus atributos sin entrar a detallar los mismos. Al contrario, tratar de ocultar nuestra personalidad con inhibiciones, es como desnudarse en un salón donde todas las personas están vestidas.

5. Es preferible participar y opinar, corriendo el riesgo natural de equivocarnos y recurriendo a la opción normal de rectificar y cambiar nuestra opinión, que inhibirnos, auto excluirnos y quedarnos fuera, sólo por causa de nuestros miedos.

El Programa de Armonía 
Transcorporal con Flores de Bach 
es un remedio natural eficaz para modificar las emociones negativas que sustentan la timidez. 
En algunas personas, la timidez es un nivel leve de la fobia social. La presencia de otras personas las invade con rubor en las mejillas, sudor frío en las manos y la frente, latidos acelerados, nudo en la garganta, mandíbulas apretadas, gases en las vías digestivas, temblores, tic nervioso y otros síntomas incontrolables ante el escenario social.

Lea: La Fobia es una Obsesión

Estas manifestaciones psicosomáticas evidencian el dominio de las emociones negativas, apoderadas de la mente y el cuerpo de la persona tímida, cuya Armonía Transcorporal se altera en situaciones de contacto social, por la desintegración nociva de la unidad de su alma, su personalidad y su cuerpo.

El Programa de Armonía 
Transcorporal con Flores de Bach 
transforma en positivas las emociones negativas que interfieren la expresión personal de la gente tímida en los escenarios de intercambio social.  
En el vecindario y en la escuela, en el trabajo y en la calle, en el amor y en la amistad, en los negocios y en todo tipo de reunión, la persona tímida, armonizada con Flores de Bach, siente el cambio en su vida social con el flujo de una sabia y serena Armonía Transcorporal que surge del aprendizaje de la vida que le proporcionan las infusiones florales.

Lea: Salud con Flores de Bach

El Programa de Armonía Transcorporal con Flores de Bach no es un fármaco alucinante para estimular el coraje, tampoco “cura” la timidez, no sustituye la asistencia psiquiátrica o psicológica ni reemplaza las terapias de sensibilización social.

Las Flores de Bach son armonizadores naturales, suaves y seguros, que no provocan reacciones secundarias ni adicción y se pueden usar solas o conjuntamente con otras terapias médicas.

Las Flores de Bach transmutan las emociones negativas en positivas, ofreciéndole a la persona tímida la oportunidad de ejercer la relación social con una conciencia clara de la realidad y del riesgo verdadero que significa el contacto con las demás personas; sin fantasmas que interfieran su práctica social.

Además de aclarar las percepciones de la persona tímida, las Flores de Bach, restituyen el equilibrio y la fortaleza de su salud, estimulando su capacidad de auto sanación para prevenir las reacciones psicosomáticas y curar los estados enfermizos que se derivan de sus propios miedos.

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4 comentarios:

Anónimo dijo...

que hermoso articulo muchas gracias,es motivador para seguir adelante con algún tratamiento, desde pequeña soy timida pero nunca me he tratado y afecta mi vida.

Anónimo dijo...

Muy interesante el artículo, estoy en ese mismo grupo, creo que con la lectura he visto mas ampliamente mi personalidad que no me había dado cuenta, ya que hace un análisis a fondo y cociso de uan persona tímida.
Desconocía de las flores de Bach, megustaría saber si los experimentos del doctor Bach fueron a sí mismo o a otras personas,sería sorprende nte que él mismo haya experimentado los 38 desequilibrios negativos.
Gracias por el artículo.

José Alberto Castro dijo...

Hola "Anónimo", nos agrada que nuestro artículo te haya resultado útil, porque esa fue la intención cuando lo escribimos, tratar de llegar con nuestra opinión -aún cuando sea a una sola persona-, para ayudar. En algunos casos las palabras son tan efectivas como la energía floral, porque la palabra también es energía.

Los biógrafos del doctor Edward Bach y las personas que le conocieron muy de cerca opinan que tenía una sensibilidad muy especial que le permitió experimentar los diferentes estados emocionales ante la presencia de las flores.

A nuestro modo de ver, esa sensibilidad del doctor Bach debería caracterizar a todas las personas, porque los estados emocionales no son bichos raros que aparecen de pronto en nuestras vidas, todos los estados emocionales forman parte de nuestra personalidad -de hecho los necesitamos en algún momento de nuestra existencia-.

La timidez es un nivel del miedo y el miedo es una emoción necesaria para detectar y superar los pequeños y grandes peligros. La timidez no es una enfermedad es una virtud que nos protege de los riesgos sociales reales. La timidez se puede definir como un problema cuando se presenta innecesaria e injustificadamente, como un fantasma, impidiendo las relaciones sociales naturales que debemos mantener con nuestros semejantes.

Gracias por tus comentarios... José Aberto Castro.

Celia dijo...

Muchas Gracias por su respuesta. Es cierto todos experimentamos en algún momento todos los estados emocionales ante diversas situaciones. En mi caso esta emoción lo vengo demostrando innecesariamente lo cual es un problema, pero he comprendido que no cambiará de la noche a la mañana, que es importante desarrollar la musculatura social interactuando con los demás empezando de a poco,ya que estoy muy flácida en ese aspecto por temores injustificados,por suponer rechazos imaginarios sin sustento,que me llevaron a autorechazarme.
Con la lectura del blog me he identificado ampliamente,y seguiré las reflexiones para mejorar mi ritmo de vida.
Las flores de Bach son un aporte importante para la salud puesto que la mayoría de enfermedades provienen de nuestros desequilibrios emocionales (en mi caso al estómago)que el Dr. Bach pudo identificar en sus estudios y resulta muy interesante.
Le reitero mi agradecimiento.